No es fácil trabajar con las manos en los tiempos que
corren. Los precios irrisorios de Ikea dificultan poner en valor un trabajo
artesanal, por un lado, y el prototipado rápido le come terreno por otro. Si
añadimos la reducción del poder adquisitivo general la cosa se vuelve más
complicada aún.
“Las nuevas generaciones y la artesanía tradicional hablan
en códigos distintos. Viven de espaldas”, explica Juan Gasca, que cree haber
dado con una idea para revertir esta situación. Su propuesta se llama Dovase, una aplicación para
tabletas en la que cualquier persona puede diseñarse su propio jarrón en 3D y
enviarlo directamente a un ceramista para que materialice ese proyecto. “Está
pensado para conectar el mundo analógico de la artesanía con el mundo digital
de la Red pero sin perder la esencia de la alfarería”, explica Gasca. Leer más>>