Decir William
Blake (1757-1827) es como invocar a una fuerza del espíritu,
como girar la llave que da acceso a un mundo fantástico y extraño. Pocos
artistas nos han resultado tan fascinantes (por raros) como este poeta y
mitólogo que dedicó su vida a realizar grabados
e ilustraciones, innovando técnicas y revolucionando con ello la historia del
diseño gráfico.
Valorado por las sectas de pintores prerrafaelitas y simbolistas,
y castigado por la Royal
Academy, Blake descendió a los infiernos de Dante y del
Antiguo Testamento para reescribir sus grandes mitos, para renovar su
vocabulario a través de un arte libre y lleno de posibilidades. Convirtió en
modernos los pasajes más primitivos y arcanos de las escrituras sagradas,
tomando como modelos las obras de Miguel Ángel, a quien conoció a través de
estampas, dado que nunca salió de su Londres natal. Leer más >>
Hasta el 21 de octubre de 2012, exposición en CaixaForum
Madrid.