Ahí están, sin ir más lejos, las obras de Ron Mueck, quien esculpe figuras colosales con un
hiperrealismo estremecedor. Y el polaco Pawel Althamer, quien
en 2012 soltó en la ciudad de Brujas un globo de más de veinte
metros de longitud con forma de figura humana.
“El gigantismo es la característica del arte
contemporáneo”, comenta Philip van Cauteren, director del Museo de Arte Contemporáneo de Gante:
“Los artistas deben conquistar su lugar en una sociedad cuyo símbolo son los
rascacielos”. Y el espectador, empequeñecido, contempla estas obras con la
misma mezcla de admiración y respeto con la que Ulises debió de mirar el ojo de
Polifemo. Leer y ver más imágenes >>