Daniele Mazzuccato
vive en su lugar de trabajo. Literalmente. Este maestro del cristal de Murano, una
de las joyas de Venecia, empieza a verse como una rara avis, ya que a
sus 45 años sigue siendo el más joven en una profesión que vive un vía crucis
camino de la extinción.
“Prácticamente trabajo 24 horas al día. A las dos de la
mañana tengo que controlar los colores y ya a las siete empiezan a llegar los
trabajadores”, explica desde su horno Mazzuccato, que sacrifica vida y
propiedad por salvar un negocio en neto calado. En Italia facturó el pasado 2011 una quinta parte con respecto a 2008, en
la UE, una décima parte. Mientras tanto, en España, a día de hoy ya no recibe encargos. “Europa se ha
acabado. Somos los más pobres de todos”.
http://www.elconfidencial.com/opinion/todos-los-caminos-llevan-a-roma/2012/02/20/los-artesanos-de-venecia-con-el-agua-al-cuello-8744/