En general, poner en marcha una empresa en Estados Unidos es
más sencillo que en España. Se requieren menos trámites burocráticos y muchos
de ellos se pueden realizar a través de Internet. Además, constituir una
compañía no exige un capital mínimo y se realiza sin la intervención de la
figura del notario público. Eso sí, la contratación de un abogado no sobra.
Hacer las Américas se ha convertido para muchos empresarios
españoles en una apuesta segura. Sin embargo, hay que tener claro cómo
implantarse en suelo estadounidense. Operar como una sucursal extranjera en
Estados Unidos es una fórmula dirigida a los inicios de la actividad comercial
porque sus gastos de constitución son muy bajos, pero dificulta bastante todos
los trámites de explotación del negocio e impide competir en igualdad de
condiciones con las firmas locales. De ahí que la mayoría opte por constituirse
como sociedad estadounidense. Leer más >>